Es una infección bacteriana de las encías, que en algunos casos llega al sangrado. Se suele producir por la acumulación de sarro entre el diente y la encía, por lo que hay que hacer una limpieza o curetaje para que no vaya a más y peor.

Si la gingivitis no se trata puede llegar a producir una periodontitis, que es cuando se daña la encía y se pierde parte del hueso.
La parte de hueso perdido no se puede recuperar y a veces incluso se llega a perder algún diente.
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Dependiendo de la gravedad de la periodontitis, se pueden clasificar en leves, moderadas o severas.
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Cuando no se trata, las bacterias crean un espacio entre el diente y el tejido que lo sujeta que se llama bolsa periodontal.

El síntoma más común es el sangrado al cepillarse los dientes o al comer.
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Otros síntomas pueden ser:
-Mal aliento.
-Movimiento de los dientes.
-Sensibilidad dental al frío.
-Enrojecimiento de las encías.
-Encías retraídas dejando espacio entre los dientes.

El tratamiento dependerá de cada caso, pero siempre partirá de la limpieza o curetaje que se hará periódicamente para comprobar su evolución.